KENYA
¿Qué haría una comunidad si un día se diera cuenta de que su lengua podría desaparecer para siempre y con ella la memoria y la historia de su tribu?
Este fue el reto que asumió el grupo Gurapau del condado de Marsabit (Kenia) para evitar que su lengua, El-molo, cayera en el olvido. El grupo comenzó con reuniones comunitarias en la bahía de El-molo y en la tierra de Arbore para presentar el objetivo del proyecto de revivir su lengua.
¿A quiénes podían consultar y entrevistar que estuvieran familiarizados con la lengua y la conocieran? Así se identificaron los hombres y mujeres mayores de las aldeas de El-molo que aún dominaban su lengua. El intercambio y la transmisión de conocimientos y habilidades comenzó entre los ancianos y los profesores a través de discusiones de grupo. El anciano Lentoo Losigakwe, adepto a la lengua El-molo, dijo: “Entiendo la lengua tal y como me la enseñó mi madre, y me comprometo a enseñar a nuestra gente lo que sé”.
Se organizó un concurso en la aldea para elegir a personas competentes, hombres y mujeres, que se dedicaran a enseñar la lengua. Entre ellos, se contrató a dos como profesores de lengua. A continuación, se contrató a un experto en la lengua para que recabara más información y recogiera datos de los ancianos que hablaban con fluidez y de otros miembros de la comunidad con los conocimientos básicos del vocabulario y la sintaxis de El-molo necesarios para mejorar el diccionario. El mismo lingüista formó a los profesores en el desarrollo del plan de estudios, los medios de enseñanza y el diseño del libro guía. Estas herramientas de aprendizaje y el diccionario se imprimieron y distribuyeron.
Lomalumalu Lekapana, una de las profesoras formadas, expresó su entusiasmo. “Es la primera vez que participo en un proyecto de este tipo. Estoy muy ilusionada con el renacimiento de mi lengua y, como profesora, ofreceré mis servicios para que nuestros niños aprendan y hablen nuestra lengua.”
El proyecto lingüístico El-molo utilizó las reuniones de la comunidad para concienciar sobre la necesidad de recuperar su lengua. Los miembros de la comunidad de El-molo, tanto jóvenes como mayores, expresaron un gran interés y apertura al aprendizaje, y comprendieron que estos esfuerzos estaban orientados a este objetivo. Se dieron cuenta y se inspiraron en la gran experiencia de sus mayores, que apoyaron plenamente el proyecto. Los miembros de la comunidad correspondieron a los esfuerzos de los ancianos con su disposición a aprender la lengua. Además, trabajaron en la mejora de las instalaciones de las aulas, concretamente en la construcción de un aula de idiomas para proporcionar un entorno de enseñanza y aprendizaje a los niños de El-molo. Los niños de la aldea deben aprender, usar y practicar el-molo para perpetuar el uso de la lengua. Por este motivo, la inscripción en las clases de lengua se abrió a todas las edades, incluidos los niños de preescolar y la comunidad en general.
La iniciativa emprendió la investigación y la interacción con la comunidad de Arbore para potenciar el renacimiento de la lengua El-molo. Se formó un equipo de enlace compuesto por ocho personas de Gurapau y de la Asociación Hor Malbasa de Arbore con el fin de compartir información y realizar visitas de representantes de El-molo a las tierras de Arbore. El equipo, que incluía a un lingüista, visitó la comunidad de Arbore para rastrear la desaparecida lengua El-molo e identificaron pronunciadas similitudes lingüísticas y culturales y vínculos históricos. También descubrieron un patrón y una estructura lingüísticos desconocidos hasta entonces por los hablantes de la comunidad El-molo, y consideraron que este aspecto era importante para futuras interacciones, intercambio de información y difusión de los resultados de la investigación.
El anciano de El-molo, Lempirias Lekulo, hizo una acertada declaración de compromiso: “Este proyecto es una llamada de atención para que, como comunidad, descubramos nuestra identidad propia. Debemos estar orgullosos de nuestra lengua y esforzarnos por aprender, tanto los jóvenes como los mayores. Me ofreceré como voluntario para enseñar a las jóvenes generaciones una canción de hipopótamo”. Efectivamente, se habían redescubierto a sí mismos.
Hasta hoy, la comunidad ha reforzado la enseñanza de El Molo. Han contratado a un lingüista para que documente la lengua y han elaborado material didáctico. Además, enseñan canciones en la lengua y danzas para que los niños refuercen su lengua y su identidad cultural. También han contratado a 4 profesores de lengua para enseñar a los niños y jóvenes.
No tenemos identidad como comunidad sin una lengua. Doy las gracias a Pawanka por apoyar nuestra búsqueda de la recuperación de nuestra lengua. Como mujer mayor con poco conocimiento de nuestra lengua, me aseguraré de contribuir positivamente a la reconstrucción continua de nuestro idioma, incluso sin el apoyo de los donantes. Nturukwa, una anciana de 65 años.
(El proyecto “Tras las huellas de la lengua El-molo en vías de desaparición” fue ejecutado por el Grupo Gurapau en 2018 y 2020 en el condado de Marsabit, Kenia, con el apoyo del Fondo PAWANKA).