En el distrito de Sanggau, en la provincia indonesia de Kalimantan Occidental, más de 6.000 indígenas Iban Sebaruk, participaron en el proyecto del Instituto Dayakologi para fortalecer sus instituciones consuetudinarias y conseguir un sistema de derecho consuetudinario eficaz y creíble.
Comenzaron con una evaluación de la Administración Consuetudinaria Iban Sebaruk como máxima autoridad legal de los territorios indígenas bajo su jurisdicción. La serie de talleres se extendió durante un año, de junio de 2017 a mayo de 2018, y contó con la participación de administradores consuetudinarios, líderes indígenas, mujeres y jóvenes de catorce aldeas (o kampongs). Se explicaron y difundieron los objetivos del proyecto a todos los participantes para que apreciaran la necesidad de fortalecer las instituciones consuetudinarias y el derecho consuetudinario.
Los temas de los talleres fueron variados: planificación estratégica y desarrollo organizativo; fuerza y credibilidad de la administración consuetudinaria de Iban Sebaruk; funciones, operaciones, criterios, sistema de selección y nombramiento de Ketemenggungan de acuerdo con las condiciones actuales; fortalecimiento de las instituciones consuetudinarias y planificación espacial del territorio indígena de Iban Sebaruk; elección y autorización de Temenggung y funcionarios consuetudinarios a través de la deliberación y el proceso democrático; liderazgo, protección del territorio indígena, derecho crítico, derechos humanos y derechos de los pueblos indígenas, e igualdad de género; y existencia de instituciones tradicionales y cultura Dayak. Posteriormente, los resultados de los talleres se difundieron en los 14 pueblos de la región de Iban Sebaruk.
Después de los talleres, el grupo presionó para que se formulara una política de reconocimiento del territorio indígena y de la institución consuetudinaria de Iban Sebaruk, así como para que el gobierno local autorizara a los ketemenggungan a aplicar el derecho consuetudinario y a proteger los territorios indígenas. El territorio indígena del distrito administrativo de Iban Sebaruk fue registrado para su reconocimiento como bosque y aldea consuetudinarios por los estados después de que se presentaran al gobierno del distrito local los documentos necesarios, incluidos los mapas, los datos demográficos de la administración consuetudinaria de Iban Sebaruk y una descripción de la estructura institucional consuetudinaria para su verificación.
Se realizó una cartografía participativa de los territorios indígenas y se ratificaron los 14 mapas de las aldeas. Durante el año, se documentó el proceso de restitución y los rituales tradicionales en todos los territorios de Ketemenggungan, y se escribió y publicó un libro sobre las costumbres e instituciones tradicionales de los pueblos indígenas Iban Sebaruk.
Es significativo que ahora haya mujeres representantes en la institución administrativa Iban Sebaruk. Yuliana Ita dijo que “el proyecto fue útil sobre todo para nosotras, las mujeres de este kampong, porque la formación sobre la igualdad de género nos hizo darnos cuenta de nuestros derechos y nuestra posición en la sociedad”. Sin embargo, su participación y el papel de los jóvenes en la protección del territorio indígena y la gestión de los recursos naturales basada en los conocimientos locales aún no están optimizados.
El derecho consuetudinario se ha convertido en la base para resolver los problemas de los pueblos indígenas en el territorio. Por ejemplo, el nuevo derecho consuetudinario que prohíbe la venta de tierras a forasteros es el resultado de un acuerdo entre los líderes tradicionales.
Sin embargo, el proyecto sigue planteando problemas, como el conflicto de tierras entre el pueblo Iban Sebaruk y las empresas de plantación de palma aceitera. La expansión de las operaciones de estas últimas en territorio indígena ha provocado la pérdida de tierras de los pueblos indígenas. La presencia de las empresas a gran escala ha afectado a la mentalidad de la gente, incluidos los líderes tradicionales. La modernización y la industrialización son generalizadas, de modo que algunos abandonan consciente e inconscientemente sus conocimientos tradicionales. A pesar de la toma de conciencia sobre el derecho consuetudinario y los conocimientos indígenas, hay una falta de renovación debido al escaso interés y entusiasmo de los jóvenes por conocer sus costumbres, su cultura y sus conocimientos locales. Además, algunos líderes indígenas son nombrados por el gobierno y están influenciados, por lo que carecen de autoridad e independencia y a menudo ignoran la voz de la comunidad.
Los pueblos de los distritos de Iban Sebaruk están alejados y las carreteras son malas, lo que limita el acceso a las zonas más alejadas. También es difícil reunir a la comunidad para las reuniones, porque la mayoría de ellos trabajan como obreros en las plantaciones de palma aceitera o son agricultores que pasan mucho tiempo en sus campos durante la temporada agrícola.
El proceso de reconocimiento del territorio y las instituciones consuetudinarias de los pueblos indígenas aún no ha terminado. El reto más importante sigue siendo la defensa de los derechos a nivel de base, que requiere la creación de capacidades para capacitar y educar a la gente en las prácticas tradicionales y la aplicación del derecho consuetudinario. La comunidad de Iban Sebaruk se ha vuelto más valiente y confiada a la hora de hacer cumplir el derecho consuetudinario en casos de violaciones. El proyecto ha enseñado a las comunidades que la defensa y la presión ante el gobierno son vitales para el reconocimiento legal y formal del territorio y los bosques indígenas, a fin de evitar el acaparamiento de tierras por parte de foráneos, como las empresas de palma aceitera y de minería. El líder administrativo consuetudinario Yordanus Hatta dijo: “Como líder de confianza, tengo que tener mucho valor para practicar el derecho consuetudinario. Hemos adquirido conocimientos sobre nuestros derechos y también sabemos que nuestro derecho consuetudinario es respetado por los Estados. Esto nos da más confianza a la hora de aplicar el derecho consuetudinario de los iban sebaruk, ya que castigamos a una empresa de palma aceitera que entró en nuestro territorio indígena sin nuestro permiso.”
El derecho consuetudinario favorece a la curandera tradicional Nyunta, que dijo: “Siento que me aceptan de nuevo y que mis conocimientos son apreciados por la comunidad”. Como sabemos, la curación tradicional se considera a menudo como magia negra, especialmente por parte de las distintas religiones que llegan a nuestro pueblo. Ahora, me siento más segura al practicar mis conocimientos indígenas para curar a la gente”.
(El proyecto “Fortalecimiento de la institución consuetudinaria de los pueblos indígenas iban sebaruk para realizar un sistema de derecho consuetudinario eficaz y creíble” fue ejecutado por el Institut Dayakologi de junio de 2017 a mayo de 2018 con el apoyo del Fondo PAWANKA).
